Se pueden presentar dificultades en el lenguaje, tanto a nivel de expresión como de compresión. Así, se pueden presentar problemas que varían desde dificultades para encontrar las palabras hasta una completa incapacidad para expresarse pese a que entiendan lo que se les dice.

Por otra parte, puede haber problemas para comprender no solo el lenguaje hablado, sino también para leer, escribir o con los números.

Es relativamente frecuente que los pacientes presenten una mezcla de todos estos síntomas, teniendo dificultades tanto para expresarse como para comprender de forma simultánea.

  • Capte la atención de su familiar antes de empezar a hablar, llámele por su nombre.
  • Mantenga un ambiente relajado y evite el ruido ambiental.
  • Hablar a la persona de forma clara y sencilla, sin gritos.
  • Situarse en su campo visual.
  • Ser directos, con mensajes cortos .
  • Acompañe las frases con gestos simples.
  • Cuando la comprensión es normal y hay alteración del habla, es recomendable el uso de fichas con dibujos, lápiz y papel, pizarra, ordenadores…
  • Estimular a la persona con sus progresos.
  • No interrumpirle cuando está hablando y darle tiempo.
  • Facilitar que tome decisiones.
  • No suponga que la persona afectada le está entendiendo.
  • Evitar que la persona se sienta aislada. Hacerle partícipe de todo lo que pasa en su entorno y que colabore en lo que pueda.
  • Señale los objetos que se nombran o imite acciones con mímica.

EVITAR:

  • Hablar varias personas a la vez.
  • Cambiar de tema.
  • Agotar al paciente con ejercicios excesivamente prolongados o difíciles.
  • Hablarle deprisa.
  • Acabar sus frases.
  • Corregirle frecuentemente.
  • Ser autoritario.
  • Elevar la voz demasiado.

Elena Tora Rico. Terapia Ocupacional. Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena.

Bibliografia:
– “Guía de cuidados para pacientes con ICTUS y personas cuidadoras”. Departamento de Salud de Gobierno Vasco. Depósito legal: BI-873-2018
Vitoria-Gasteiz 2018
-“Involuciones en el anciano y otras disfunciones de origen neurológico” Alicia Chapinal. Ed. MASSON