De tumbado a sentarse al borde de la cama:
- se ayudará al paciente desde su lado afecto.
- Se acercará al borde de la cama y le ayudaremos a sacar su pierna afecta por el lateral de la cama, pierna sana doblada sobre la cama, brazo afecto permanecerá estirado y con nuestra mano sobre su muñeca para estimular que se apoye.
- Seguidamente lo cogemos por el hombro sano con la otra mano (por detrás de su cuello) y le pedimos que con su mano sana se agarre a nuestro hombro.
- El paciente saca la pierna sana de la cama a la vez que nosotros le incorporamos con un impulso.
Ponerse de pie:
- Cuando necesiten más ayuda, colocarse en el borde del asiento, sus manos entrelazadas y hacia adelante, apoyándose sobre el hombro del asistente, éste se situará delante del paciente, colocando una mano bajo el omóplato sano y la otra mano en la cadera afecta, fijando la rodilla del paciente con las suyas.
- Los pies del paciente deberán estar un poco por detrás de sus rodillas.
- Pediremos al paciente que lleve su cuerpo hacia adelante para echar bien el peso sobre sus pies y a la vez le pediremos que se incorpore estirando las rodillas.
- En personas menos dependientes, nos situaremos en el lado afecto asegurándonos que apoye bien los pies en el suelo, las manos entrecruzadas y brazos estirados, se le indicará que lleve el tronco hacia delante con un pequeño impulso hasta que se levante de la silla.
- Tendremos por si acaso nuestra pierna por delante de su pie afecto para ayudarle a controlar la rodilla si fuera necesario.
Pasar de cama a silla o de un asiento a otro:
- Intentaremos poner el asiento al que se va a transferir en el lado sano del paciente y lo más próximo posible.
- Quitaremos el apoyabrazos, los pedales y frenaremos la silla de ruedas.
- Ayudaremos al paciente a levantarse y a girar sobre su pie sano y le indicaremos que se siente, ayudándole con nuestro pie a girar su pie afecto.
En general:
- Evitar que permanezca en la cama durante el día. Para ello dispondremos de una butaca cómoda junto a la cama para poder sentarse.
- Si la movilidad está muy reducida, evitar que la piel se ulcere colocando cojines suaves en la butaca.
- Progresivamente es necesario ir potenciando su autonomía en la movilización, según sus posibilidades.
- Mover todas las articulaciones al menos 2 veces cada día.
- Evitar arrugas y dobleces de la ropa.
- Con la ayuda de sus familiares, deberán realizarse masajes de forma circular en la espalda y prominencias óseas con crema hidratante.
- Si aparecen enrojecimientos en estas zonas se evitará el roce, dejándolas al aire.
Elena Tora Rico. TO. Complejo Hospitalario de Cartagena.
Bibliografia:
– “Guía de cuidados para pacientes con ICTUS y personas cuidadoras”. Departamento de Salud de Gobierno Vasco. Depósito legal: BI-873-2018
Vitoria-Gasteiz 2018
-“Involuciones en el anciano y otras disfunciones de origen neurológico” Alicia Chapinal. Ed. MASSON