Si presenta dificultades en la expresión:

  • Estimularemos su lenguaje con información sencilla: repasando sus datos personales, los nombres de familiares, amigos y vocabulario básico a la vez que se le muestran fotografías/imágenes de los mismos.
  • Trabajaremos el lenguaje “automático” que es el que más rápido que se logra recuperar: los días de la semana, los meses del año, los números, los refranes y las canciones.
  • Cuando veamos que no le sale una palabra le ofreceremos la primera sílaba. Ej./pe…/ o sonido /p/, se la describiremos con gestos o le diremos su definición.
  • Le recordaremos que intente vocalizar moviendo boca y lengua al hablar para que se le entienda mejor.
  • Cuando NO entendamos lo que quiere expresar, le haremos preguntas que le obliguen a contestar un SÍ o un NO.
  • Le guiaremos con preguntas del tipo: ¿cómo se llama?, ¿qué tiene?, ¿dónde ha estado?
  • Evitaremos corregirle antes de que termine de decir las palabras que pronuncie mal. Es mejor repetírselas a continuación de forma correcta.
  • Evitaremos que repita sonidos sin significado, indicándoselo con un gesto de silencio o de negación.
  • Buscaremos otras maneras de comunicarnos, como escribir, dibujar en un cuaderno, ayudarnos del lenguaje gestual e incluso señalar imágenes o fotografías.

Si tiene dificultades en la comprensión:

  • Antes de hablarle nos aseguraremos de que nos está prestando atención. Si es necesario le llamaremos por su nombre o le tocaremos para garantizarnos su contacto visual.
  • Utilizaremos preguntas sencillas para verificar si nos está comprendiendo.
  • Si quiere decir una palabra y no lo consigue, le invitaremos a escucharnos cómo la decimos para que después la repita.
  • Le hablaremos despacio y con frases cortas, marcando bien la entonación, gesticulando e incluso escribiendo las palabras que contengan información clave.
  • Si se expresa con un habla incesante (verborrea) le invitaremos a mantenerse callado (si no lo hace, le podemos poner un dedo en señal de silencio en nuestra boca o incluso en la suya propia y le insistiremos en que esté en silencio y que escuche) o le distraeremos con otro tema.
  • Le ofreceremos tareas donde tenga que estar centrado y sin hablar: juegos de mesa, puzzles, sopas de letras, actividades manuales.
  • No dejaremos que diga repetidamente una misma palabra, con una vez es suficiente.
  • Incidiremos en la importancia de respetar el turno al hablar.
  • Trabajaremos la repetición de sonidos, palabras sencillas e incluso frases cortas.
  • Le haremos escuchar en periodos cortos de tiempo la radio, la televisión o conversaciones entre 2 o 3 personas.

Dificultades de expresión y compresión

  • Intentaremos que se comunique con un SÍ o un NO, de forma oral, con un movimiento de cabeza o con la mano.
  • Recopilaremos en un cuaderno imágenes de vocabulario del día a día para que señale en el caso en que no le salga una palabra o bien usaremos el tablero de comunicación facilitado por el logopeda.
  • La animaremos a cantar, a contar los números y enumerar los días de la semana, meses, etc. para conseguir lenguaje oral.
  • Aprovecharemos los momentos cotidianos para repasar vocabulario e intentar que lo repita.
  • Presentaremos fotos de las personas más cercanas con sus nombres escritos intentando que relacione la imagen con la palabra escrita.
  • Procuraremos indicarle órdenes sencillas en el día a día.
  • Dirigiremos la conversación con preguntas guiadas para que ordene su discurso.
  • En casos muy severos, potenciaremos la vista, el oído, el olfato y el tacto como apoyo a su comunicación.

Encarna García Ortega, Lidia Gómez Cobos, Luisa Gómez Flores. Logopedia. Servicio de MFyR del HCU Virgen de la Arrixaca.